El pasado 16 de septiembre cumplió años mi esposito y como de costumbre quiso una tarta para compartir con sus compañeros de trabajo y otra para soplar
las velitas en casa y como siempre ¡yo quise complacerle en todo!
Su tarta favorita es de zanahorias, así que nunca me supone un
gran esfuerzo o sorpresa, porque estoy
siempre psicológicamente preparada para esta fecha, jejeje, pero este año ha sido diferente, me ha dicho que quería algo que nunca hubiese
preparado, yo le dije "¡vale!, pero esa será para la casa, para el trabajo haré
una que ya conozca, no vaya a ser que me quede mal y entonces me haga mala
publicidad", jejeje.
Así que para el trabajo le he preparado una Red Velvet Cake, con
esta receta de Bea Roque, que es infalible.
Y así me ha quedado, no pude probarla porque no sobró ni un pedacito, pero mi esposo me ha dicho que quedó buenísima y que sus amigos creían que la había comprado en alguna pastelería porque la mandé en un embalaje comercial.
Para la casa pues sí que me supuso un mayor esfuerzo, ya que se
puso a ojear mis libros de recetas y encontró una tarta que Patricia
Arribálzaga le hace a su hija Miranda y quedó flechado con la combinación de
pistacho y fresas. Así que una vez
conseguido todos los ingredientes, me puse manos a la obra. Compré el pistacho crudo y sin concha y lo molí en la thermomix
para obtener una harina bien finita.
Esta es una tarta que lleva en sí misma varias elaboraciones, por
un lado el bizcocho de pistacho, por otro lado mousse de fresas y por último un
merengue italiano. A mi me ha llevado tiempo, porque era la primera vez que la
hacía, quería tener mucho cuidado y hacerlo todo al pie de la letra para no
cometer ningún error y obtener buenos resultados, me suponía un reto hacer una
tarta al estilo de Patricia, a quién admiro y respeto mucho, además porque
tengo la fortuna de conocerle y haber sido su alumna en este curso hace ya un par
de años.
La receta de este pastel que ella llamó Miranda en honor a su
hija, la pueden conseguir en su libro: Pasteles de Alta Costura, allí
encontrarán un detallado paso a paso con el que podrán hacer esta tarta sin
problemas.
Sólo tuve dos inconvenientes, el primero fue que, como el mousse
de fresas se hace a partir del merengue italiano, tuve que hacerlo la noche
antes para dejar la mousse en la nevera y luego al día siguiente cuando quise
decorar el tope de la tarta, ya no me servía ese merengue pues tiene que
usarse uno recién hecho, como ya no tenía más tiempo y me había sobrado el
frosting de la Red Velvet, hice una mezcla de merengue italiano del día
anterior y el frosting de queso crema, y así obtuve la textura que necesitaba
para decorar la tarta con boquilla, y el sabor nos encantó a todos, así que
salvada la misión, jejeje.
El otro inconveniente fue que, no sé cómo, me quedé sin fresas
para colocar en el tope, no tenía tiempo de salir a buscar fresas orgánicas,
así que de una fresa corté trocitos para
hacer los pétalos de una florecita de bizcocho. Y me encantó el resultado:
La combinación de sabores y texturas de esta tarta es maravillosa,
además de lo vistosa que resulta la combinación de colores. Se las recomiendo
100%.
Amor seguiré complaciéndote en todo, porque te lo mereces y
sobretodo porque hacerte feliz me hace feliz. Feliz Cumpleaños otra vez y
gracias por ponerme este reto.
Que maravilla y que privilegio poder escoger tu dulces de cumpleaños. Me consta... Lo mejor es que el reto fue una oportunidad más de demostrar que somos capaces de esto y de más. Que talento mi cuñis....
ResponderEliminarGracias cuñis! Así es, puede que en el camino encuentres algunas limitaciones, pero los límites los pones tú, con amor todo se hace más fácil y placentero. Un abrazo
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